sábado, 19 de febrero de 2011

PETRA


¡¡¡Por fin hemos llegado a Petra!!!




Como traca final de viaje hemos echado la casa por la ventana y nos hemos alojado en un hotel de 5 estrellas, en la misma puerta de entrada a la ciudad nabatea.










Salimos de Amman a primera hora de la mañana, con la fresca. Llegamos a Petra sobre las once y, después de instalarnos en el hotel, nos adentramos en el camino para disfrutar de una de las siete maravillas del mundo.









El camino hasta llegar a la tumba del Tesoro discurre por la parte de debajo de un estrecho cañón, entre montañas de rocas areniscas que, por efecto de la lluvia, destacan por su combinación de colores.





  



Después de un ratillo caminando se ve aparecer, entre las dos paredes del cañón, la impresionante fachada de la tumba del Tesoro.













Seguimos caminando hacia el teatro romano excavado en la misma montaña pasando  por montones de tumbas, también excavadas en la roca y hoy día vacías.








Elegimos uno de los recorridos que hay para hacer andando o en burro. La opción de ir andando a pesar de la cantidad de escalones que había que subir hasta llegar a la parte de arriba del cañón era mejor que la opción “burro” , ya que hubiéramos acabado desriñonados o sin culo.









El paisaje era muy bonito, ya que cuanto más se sube mejor panorama  se tiene de la antigua ciudad.










Acabamos un poco cansados, pero mereció la pena. Fotos hay un montón, colgamos algunas y si queréis ver más clickar en álbumes.











El segundo día visitamos la parte romana de la ciudad y subimos una montaña (800 escalones) para ver el monasterio. Igual de impresionante que la tumba del tesoro.








  


Desde allí disfrutamos de unas vistas estupendas del resto de las montañas y del desierto que las rodea.









  


Regresamos agotados, pero nos premiamos con una estupenda cena en el buffet del hotel.












Al día siguiente nos fuimos a Wadi Rum, pero antes pasamos por "la pequeña Petra", que una vez vista la grande no tiene mucho interés. Seguimos camino y llegamos a Wadi Rum.




Wadi Rum es un desierto de arena en el que han "aparecido"  unas montañas escarpadas que son las más altas de Jordania. Hicimos un paseo de tres horas en jeep para ver todo lo que pudimos y disfrutamos de unas vistas espectaculares. Además, tres días antes había llovido y en el desierto pudimos ver zonas con "cesped" natural, que probablemente mañana ya no existirán.


Mañana volvemos a casa, pero...¡no os perdáis el último capítulo!.

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