PUERTO MADRYN

En Puerto Madryn sólo vamos a estar dos días, así que hay que aprovechar cada minuto.
El día que llegamos nos dimos un buen paseo por el pueblo y por su paseo marítimo. Hacía un bonito día de primavera con poco viento, así que lo aprovechamos bastante y desde el paseo pudimos ver en la bahía ballenas que jugueteaban.

Al día siguiente madrugamos para recorrer la Península Valdés, en el Mar de Argentina.

Durante el recorrido hicimos varias paradas: una en la Caleta para ver elefantes marinos, otra en una pinguinera donde vimos pingüinos de Magallanes y otra en Puerto Pirámides, para embarcarnos y salir al mar a ver ballenas francas.

En puerto Pirámides no hay puerto, así que los barcos entran y salen al mar ayudados por tractores (no es broma).

Los elefantes marinos son una monada y son enormes. Los pingüinos estaban con sus crías en el nido, se movían poco pero había muchos.

Y lo mejor fue las ballenas, ya que vimos 4 parejas (madre y ballenato) nadando y jugando alrededor del barco, se acercaban muchísimo porque son muy curiosas y las vimos desde muy cerca. ¡espectacular!.

El último día, antes de tomar el autobús, fuimos a Punta Ninfas. Es una playa donde en esta época recalan infinidad de elefantas marinas con sus crías.

Bajamos por un acantilado y en la playa pudimos caminar entre los elefantes,no siempre a una distancia prudencial y sin tocarlos.

Paseamos un rato largo entre ellos, aunque nos hubiéramos quedado mucho más.

El paisaje de la playa, con los acantilados y con marea baja es espectacular. No tenemos palabras.

Mirad las fotos y pensad que la realidad es como 30 veces mejor.


Si os habéis quedado con ganas de ver más fotos id al álbum. Os dejamos con un vídeo de ballenas y otro de los elefantes.

Nos vemos en Bariloche.

BUENOS AIRES

....Y llegamos a Buenos Aires tras 19 horas de autobús "tutto letto", es decir, todo cama.

Descansamos muy bien durante el viaje, de forma que al llegar  al hotel nos dimos una ducha rápida y nos fuimos a patear la ciudad. Hicimos una parada para comer en el famoso "Café Tortoni".

Estamos hospedados en la zona de microcentro, (en la avda. 9 de Julio, que es la más ancha del mundo) donde casi todos los españoles exiliados vivían en Buenos Aires, al lado del hotel donde vivió García Lorca y rodeados de restaurantes vascos y de mesones del jamón.

Puente de Calatrava

 Nos hemos pegado varios días pateándonos la cuidad por las distintas zonas: San Telmo (con sus tiendas de anticuarios), Boca (con el estadio y la zona antigua del puerto  con la famosa calle de Caminito), Puerto Madero (otra ex zona portuaria reconvertida en zona de restaurantes y copas), Palermo (zona de restaurantes fashion) y Retiro (con sus parques y las estaciones de tren y autobús); además de pasear por la calle Corrientes y Florida, Plaza de las madres de Mayo, Casa Rosada y Congreso.

También nos hemos topado con rincones curiosos como la tienda de don Manolo (muy famosa y conocida para el lector de "Mafalda") y hemos visitado una Hacienda en la Pampa y visto las destrezas de los gauchos con los caballos. Como véis, estos cinco días que hemos pasado aquí nos han cundido bastante.

La siguiente parada es puerto Madryn. Seguiremos informando.

Para los curiosos/as: NO HEMOS APRENDIDO A BAILAR EL TANGO!!!!

IGUAZÚ

De Salta a Puerto Iguazú tras 21h de autobús.
Por fin llegamos al trópico y disfrutamos de calor, calor, caloooor.
Fue un acierto el hostal, con piscina incluida, y a un paso de ser hotel de tres estrellas.
Nos hemos relajado y disfrutado de las impresionantes cataratas.

Cuando llegamos, nos acercamos a ver el Hito de las Tres fronteras, ya que estamos en la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú que son frontera natural entre Paraguay, Brasil y Argentina. En realidad, no es más que una montañeta desde donde se pueden ver tres mojones uno en cada país. ¡Turistadas!.

El día siguiente lo pasamos viendo las cataratas desde el lado argentino, pero rodeados de brasileños, ya que era fiesta nacional en su país y habían decidio invadir Argentina, o al menos esta parte del país.

Son impresionantes (las cataratas, no los brasileños/as...). Además bajaban con muchísima agua, de forma que la principal, "La garganta del diablo",  no se podía ver bien desde arriba por la cantidad de vapor de agua que desprendía, era como si estuvieran lloviendo chuzos de punta.

Hemos hecho todos los recorridos del parque viendo todas las cataratas, incluida la que sale en la película "La Misión" por la que tiran a Robert de Niro. Para terminar el paseo nos hemos montado en una lancha que nos ha llevado por debajo de una cascada y se ha metido en la zona donde rompía una de las más grandes. Resultado: se nos ha mojado hasta lo innombrable a pesar de ir preparados. ¡Qué mangazo de agua nos ha caído encima!.

Lo hemos pasado bien a pesar de la cantidad de gente que había ¡parecía una romería!.

Mañana salimos a Buenos Aires ¿conseguiremos aprender a bailar el tango?. Se admiten apuestas.

Colgamos un vídeo de cuando la lancha se acercaba a la catarata y ..¡parecía que no iba a parar!.

SALTA

Estamos en Salta, Argentina. Hemos llegado desde San Pedro de Atacama después de no sé cuantas horas de autobús.

Esta ciudad está al norte del país y el motivo de llegar hasta aquí es que desde aquí sale un tren llamado "El tren de las nubes" .

Este tren recorre la "puna" o valles andinos en Argentina subiendo hasta una altura de 4230 mts, lo que lo convierte en el segundo tren mas alto del mundo, siendo la vía un alarde de la ingeniería de su época con soluciones ingeniosas para salvar los desniveles en poco recorrido (zigzags, loops), 29 tuneles y 21 puentes y viaductos. Llegamos el lunes y hemos estado aquí hasta el viernes, ya que el tren sólo sale los jueves y los sábados.


Nos hemos dedicado a recorrer la ciudad, a descansar y a comer (asado argentino, ya sabés che!).

Por fin llegó el jueves y madrugamos porque el recorrido es largo y consiste en un viaje en un tren a 35km/h por la puna durante 7h hasta llegar a su destino, que es el viaducto de la Polvorilla, a 4320m de altura. Cuando el tren pasa por allí parece que vas suspendido en el aire.

Una vez allí se toca chufa y comienza el descenso haciendo una parada en San Antonio de los Cobres, pueblecito perdido en el culo del mundo allá donde los haya, con casas de adobe y calles sin asfaltar, pero con colegio de primaria, instituto, universidad de Turismo y destacamento del ejército.

Regresamos a Salta supertarde y un poco decepcionados porque el viaje es muy largo y pesado para tan poco tiempo de disfrutre. Además, veníamos de recorrer diferentes paisajes andinos en Perú, Bolivia y Chile, por lo que, aunque son diferentes (aquí las "Quebradas" son depresiones entre montañas que generan suelos fértiles y están habitadas, aunque con poca densidad de población) no nos sorprendieron como debía haber sido.

Como muestra las fotos, con las que os haréis una idea del paisaje que disfrutamos.