martes, 2 de noviembre de 2010
BOLIVIA: LA PAZ
En unas pocas horas de vuelo desde Lima nos plantamos en La Paz, capital de Bolivia, sobrevolando el Lago Titicaca.
Aterrizamos en el aeropuerto más alto del mundo (alrededor de 4000m sobre el nivel del mar). No notamos gran cosa, pero había una unidad médica con oxígeno en la sala de llegadas del aeropuerto.
Llegamos a este país con un poco de prevención (habíamos leido la guía de Lonely Planet y eran todo desgracias y cosas raras...), por lo que decidimos alojarnos en un hotel en el que no tuvieramos muchas sorpresas y con un standar internacional.
Una vez instalados salimos a dar un paseo por los alrededores un poco impresionados al ver que el hotel tenía guardia de seguridad con chaleco antibalas y el encargado de la noche llevaba pistola.
Entonces si que empezamos a notar la fatiga...., nos costaba caminar por dos razones: la falta de oxígeno y lo empinadas que están las calles. ¡Por Dios! ¡no hay ni una sola calle plana!.
Nos encontramos una ciudad un poco hecha polvo, poco cuidada, bastante suciedad y con multitud de mamitas indígenas por la calle vestidas con la ropa típica del altiplano: el sombrerito, las trenzas super largas, las faldas plisadas y como abrigo una manta.
Esa noche descansamos fenomenal y al día siguiente buscamos una excursión para ir a Tiwanaku y, de paso, solucionamos la siguiente parte del viaje en el Salar de Uyuni.
El viaje de dos horas a Tiwanaku en una furgoneta, hacinados con nueve personas más, por calles mal pavimentadas y carreteras en las que te juegas la vida por la forma de conducir se pasó rápido ya que todos esos inconvenientes se olvidan cuando te fijas en el altiplano boliviano en la altura de las montañas de los Andes y por la fiereza del paisaje.
Llegamos a Tiwanaku y encontramos las ruinas preincas. Lo que se ve es impresionante, pero se ve sólo el 10% de lo que hay porque todavía están excavando, debido a la falta de dinero y a que solamente pueden trabajar en la época seca. Disfrutamos del principio de lo que será una gran pirámide y un gran templo con la famosa Puerta del Sol.
La ciudad tiene el campo de golf más alto del mundo, a 3320m de altura y eso no se podía dejar pasar. Hemos estado en el campo más cercano al Polo Norte (Fairbanks), en el mas bajo del mundo (Valle de la Muerte)..... había que jugar en el más alto. Pasamos una buena tarde, uno jugando al golf y otra haciendo fotos y disfrutando del paisaje lunar de las montañas que rodean el campo.
El día siguiente lo dedicamos a descansar. Estábamos muuuuuy cansados, así que con calma nos dimos un paseo, comimos y descansamos, ya que al día siguiente salíamos para Uyuni.
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Lo mejor las fotos del campo de golf con el cadi. Eso en el primer mundo no lo podrás volver a tener. Qué tal acabaste jugando a esa altura? Un besico pa los dos.
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