Por fin llegamos al trópico y disfrutamos de calor, calor, caloooor.
Fue un acierto el hostal, con piscina incluida, y a un paso de ser hotel de tres estrellas.
Nos hemos relajado y disfrutado de las impresionantes cataratas.
Cuando llegamos, nos acercamos a ver el Hito de las Tres fronteras, ya que estamos en la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú que son frontera natural entre Paraguay, Brasil y Argentina. En realidad, no es más que una montañeta desde donde se pueden ver tres mojones uno en cada país. ¡Turistadas!.
El día siguiente lo pasamos viendo las cataratas desde el lado argentino, pero rodeados de brasileños, ya que era fiesta nacional en su país y habían decidio invadir Argentina, o al menos esta parte del país.
Son impresionantes (las cataratas, no los brasileños/as...). Además bajaban con muchísima agua, de forma que la principal, "La garganta del diablo", no se podía ver bien desde arriba por la cantidad de vapor de agua que desprendía, era como si estuvieran lloviendo chuzos de punta.
Hemos hecho todos los recorridos del parque viendo todas las cataratas, incluida la que sale en la película "La Misión" por la que tiran a Robert de Niro. Para terminar el paseo nos hemos montado en una lancha que nos ha llevado por debajo de una cascada y se ha metido en la zona donde rompía una de las más grandes. Resultado: se nos ha mojado hasta lo innombrable a pesar de ir preparados. ¡Qué mangazo de agua nos ha caído encima!.
Lo hemos pasado bien a pesar de la cantidad de gente que había ¡parecía una romería!.
Colgamos un vídeo de cuando la lancha se acercaba a la catarata y ..¡parecía que no iba a parar!.
Las fotos me han recordado a las cataratas Victoria, también nos pusimos como sopas. Muy bonito, dan ganas de irse para allá. Un besico
ResponderEliminar