Podría servir de ejemplo a todas las bandas de políticos-chorizos municipales que tenemos que sufrir. Estaba irreconocible.
Tres horas caminando por la misma calle. Ni en N.York. Hay que reconocer que los diez Km de calle estaban flanqueados por unas casas y edificios modernistas y neoclásicos en su mayoría completamente restaurados. Si no hubiéramos estado tan cansados por el viaje hubiéramos flipado desde el primer momento.
Después de tres horas llegamos al centro histórico. Ya nos habíamos animado un poco por lo que habíamos ido viendo por el camino y cuando llegamos a la Plaza de San Martín casi se nos había pasado la cansera.
Nos dirigimos a la Plaza de Armas y por todas partes había edificios coloniales con unos balcones espectaculares, propios de la arquitectura colonial de Perú. Acabamos volviendo al hostel a las 7 de la tarde sin haber descansado.
Al día siguiente dedicamos la mañana a descansar y por la tarde volvimos a las andadas. Esta vez fue un paseo por el malecón disfrutando del mar y el barrio cercano que empezó a las tres de la tarde y terminó a las 8 de la noche en un sitio singular: lo llaman el Círculo del Agua.
Es un parque en el que han montado 12 fuentes que por la noche ofrecen un espectáculo de luz, sonido y agua que podéis ver en las fotos y vídeos del albúm. Precioso y divertido.
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