Llegamos a Perth a media tarde y nos instalamos en el Hotel. Hecho esto, nos fuimos a dar una vuelta pensando que al ser una ciudad grande el centro estaría lleno de gente y con movimiento, pero....no: los australianos son de ideas fijas, aunque los jueves y viernes abren las tiendas hasta las 9 de la noche ... ¿?.
Perth es la primera ciudad más importante de la costa oeste de Australia, y eso se nota: el centro está lleno de rascacielos modernos, hay semáforos para que crucen los peatones y mucho coche. Los hombres van vestidos con traje y las mujeres.... bueno, son australianas.
Nuestro segundo día en Perth lo pasamos paseando por el centro y yendo de tiendas. Por la tarde fuimos a pasear por el paseo marítimo y por King Park, un parque de 400Ha con vegetación autóctona de toda la zona oeste del país y con unos ejemplares de árboles que de grandes no salen en la foto.
Caminamos un buen rato, viendo como la gente practicaba el tercer deporte nacional después del criquet y del futbol: ¡el picnic tirados en la hierba!. Lo cierto es que apetece, porque en todas las partes de las ciudades el cesped está muy bien cuidado y lo usan para lo que es: para pisarlo y disfrutarlo.
El tercer día lo pasamos en Fremantle. Es el pueblo creado en el puerto comercial de Perth y está a 19km. Fuimos en ferry para aprovechar y ver la bahía del río Swan y la desembocadura en el mar.
Pasamos el día paseando, es un sitio muy tranquilo y con casas de estilo australiano: con grandes balconadas de hierro y muy espaciosas. Comimos en el paseo marítimo y volvimos paseando al ferry.
Con estos días acabamos nuestra visita a Perth, aunque volvemos el día 26 para coger el avión a Hong Kong, pero ese día no pensamos acercarnos a la ciudad ni en broma, porque es el Día de Australia y están preparando la mundial para celebrar ese día, con lo que creemos que habrá calles cortadas y mucho lío, así que nos dirigiremos directamente al aeropuerto.
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