SIDNEY

De "kiwis" nos fuimos a los "aussis" esperando una mejoría en el tiempo y aunque no completa la hemos conseguido.

Habíamos programado esta parte del viaje para pasar la nochevieja en Sydney porque es una ciudad que nos gustó mucho la primera vez que estuvimos y siempre veíamos en la tele los fuegos con que celebran el Año Nuevo.

Tuvimos la suerte de cara, porque el día 31 cuando veíamos en el puerto a la gente haciendo cola a las 10 de la mañana para entrar a coger sitio para los fuegos se nos ocurrió preguntar en una de las empresas de cruceros y resultó que había plazas.

Dicho y hecho: rompimos la hucha y compramos un cotillón en un barco para recibir el Año Nuevo. Estuvo genial, paseo nocturno por la bahía desde las 7 de la tarde hasta la 1 de la mañana, con cena, barra libre, D´j y...!! hasta se podía fumar!!. Un lujazo.

El día de Año Nuevo estuvimos en la playa de Bondi, famosa para los surferos, aunque no había ni olas ni surferos (la resaca). Con una forma parecida a la Concha de S. Sebastián estaba tan petada de gente como Salou, pero sin los monstruos de cemento con los que las rodeamos en España.

El siguiente día habíamos quedado con unos amigos de Sydney ( la familia Sicari - Ochoa, a los que en la foto algunos reconoceréis pues ella es de Huesca) y nos llevaron a conocer los alrededores de Sydney. 

El resto de los días los dedicamos a volver a pasear por Hyde Park, George Street, Chinatown, Darling Harbour, Circular Quay, los Rocks... volver a ver sus edificios más distinguidos: la Ópera, Harbour Bridge, el Museo, la Catedral.... 

Los dos últimos días que nos quedaban, con el tiempo un poco revuelto, los hemos pasado en la playa de Manly (donde sí había surferos y olas, aunque los surferos no eran buenos y las olas eran pequeñas) ....

.... y en las Blue Mountains (que ni son azules ni casi montañas, más bien una meseta con escarpaduras profundas que favorecen la existencia de cascadas y paisajes curiosos.

 

 









Os dejamos con un video de los fuegos artificiales de Nochevieja.