Nos instalamos en el hotel y recibimos una sorpresa. Nuestro querido calefactor que con tanta pena dejamos en Punta Arenas.. !! nos había seguido !!. Por lo visto no somos los únicos que lo llevamos en la maleta y lo abandonamos en el último hotel cuando ya no es necesario.
Nos recibió un tiempo bastante asqueroso pues aunque no llovía con intensidad lo hacía intermitentemente. Dimos una vuelta corta por el centro de la city y nos refugiamos en el hotel para aprovechar el tiempo haciendo colada y preparando el ajuste de peso en las maletas
Al día siguiente al aeropuerto para volar a Fiji y primer problema. El vuelo que teníamos reservado para las 3 de la tarde había cambiado a las 9 de la mañana.
Después del susto inicial, muy amablemente nos colocaron en el vuelo siguiente que casualmente salía a la hora que nosotros habíamos reservado, por lo que llegamos a Fiji según lo planeado. Una bonita habitación con terraza al mar y a disfrutar de unos días de descanso.
En Fiji playa, sol, paz, relajación y .... la tormenta de la tarde que no falla ningún día, pero para cuando llega ya ha habido tiempo de quemarse al sol o de ir de excursión, por lo que no supone gran problema.
Lo mejor de aquí son los islotes que rodean la isla grande. Son igualitos al tópico de la isla del náufrago, con sus palmeras, jungla, arenas blancas y mar azul o verde esmeralda.
Nosotros elegimos la Castaway Island que fué donde rodaron la película "Naufrago" de Tom Hanks y estuvimos toda la mañana haciendo snorkel con un surtido de peces extraordinario en variedad y tamaño.
Allí nos recibió un comité de bienvenida de lo más exótico, todos al grito de ¡¡¡¡BULA!!!!, que traducido al español quiere decir "hola".
Otros días nos divorciamos por la mañana y cada loco con su tema, uno al golf y a bucear y otra a poner la tostadora en marcha en la playa.
La verdad es que se nos ha hecho corta la estancia, pero hay que continuar porque el calendario no perdona.
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